COMO SI NO HUBIÉSEMOS NADIE
Ahora acabas de entrar a la sala mientras se
desenvuelve el baile de máscaras que has organizado.
Todavía te quedan dudas.
Fuiste a buscar un espejo que te desengañara y te das cuenta: no puedes ver a nadie, ni al de la máscara que te cubre ni al otro, el que se oculta detrás.
Has vuelto al baile y contemplas con desesperación a cada uno de los invitados.
Te buscas, piensas que alguien se ha robado tu imagen pero aquí no está, acaso no hayas dado con él porque se ha escapado y lejos de aquí se dedique a escribir esa historia que no has acabado de vivir.
Todavía te quedan dudas.
Fuiste a buscar un espejo que te desengañara y te das cuenta: no puedes ver a nadie, ni al de la máscara que te cubre ni al otro, el que se oculta detrás.
Has vuelto al baile y contemplas con desesperación a cada uno de los invitados.
Te buscas, piensas que alguien se ha robado tu imagen pero aquí no está, acaso no hayas dado con él porque se ha escapado y lejos de aquí se dedique a escribir esa historia que no has acabado de vivir.
OBRAS PÚBLICAS
Desde entonces
empezaron a construir plazas en cada lugar de la capital, luego construyeron
plazas en las ciudades de provincia y
después en los pueblos más cercanos y remotos. Construyeron plazas y más
plazas. Plazas por todos lados. Plazas para albergar desempleados.
ELLA
Salió del
sombrero de un mago. Desfiló lenta por el escenario y entre el público alcanzó
a ver a alguien que le perturbó los pensamientos. Dudó. Dio otra vuelta al
escenario, miró de nuevo al público y dudó mucho más. El mago no pudo hacerla
retornar nunca más a su lugar.
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